DE LA VIOLENCIA QUE ENGENDRA VIOLENCIA
Hay gente que todavía no es capaz de discernir entre los dos tipos bien diferenciados de violencia aplicable:
La violencia ofensiva.
La violencia defensiva.
La violencia ofensiva es siempre gratuíta y/u obedece a intereses bastardos derivando directamente de la maldad, de la perversidad, de la crueldad, del egoísmo, de la intención de someter, de avasallar, de humillar, de vejar, de acaparar, de robar, de obligar.
El violento ofensivo nunca tiene intención de entablar diálogos, porque tiene muy claro lo que quiere, conoce perfectamente cuáles son las barreras que le pueden impedir conseguirlo y sabe que tiene que utilizar la violencia para derribarlas o entiende que ese el camino más fácil.
Si entra al diálogo es bajo amenaza de más violencia, bajo el estandarte del chantaje, de la extorsión, de la coacción.
La violencia defensiva siempre tiene un motivo justificado y es, como su propio nombre indica, la defensa, siempre legítima.
Quien pone en ejercicio la violencia defensiva lo hace después de ser agredido, no antes, como hace el violento ofensivo. Es la diferencia fundamental entre una y otra.
La violencia defensiva es muy útil para neutralizar al que no desea vivir en armonía y en paz con el resto, al que asesina a inocentes, a nuestros hijos, a nuestros hermanos...
La violencia defensiva, bien encauzada y aplicada, es capaz de neutralizar el terror que impone el violento ofensivo. Se salvaguarda así la tranquilidad y la seguridad de todos aquellos incapaces de obrar como el violento ofensivo, su libertad y, en la mayoría de los casos, su vida.
Gracias al eslogan giliprogre de que la violencia engendra más violencia, llevamos casi mil muertos en Ex-paña, asesinados por el violento ofensivo, 25 de los cuales son niños y más de 6.000 heridos, de los cuales 60 también son niños.
Es ésta una manera, por omisión, indolencia o borreguismo, de seguir perdonando la vida al infame y asumir que el honesto, en nombre de esa otra gilipollez giliprogre de la "grandeza de la democracia", ha de seguir cayendo vilmente asesinado.
Los únicos que engendran violencia, son los violentos ofensivos, pues son violentos por naturaleza y, en el caso de Ex-paña, también lo son por inoculación de odio exaltado desde las tribunas políticas, las periodísticas y las docentes de ciertas regiones ex-pañolas, como viene sucediendo desde hace 34 años.
El hombre pacífico no desea la violencia, nunca, pero si no le queda otra, lo de poner el culo no vale para neutralizar al violento ofensivo, ni para que se enternezca, y sí para ser subyugado y arrodillado por aquel en el mejor de los casos, si no aniquilado.
Ex-paña es un prácticamente extinto reino al que le quedan los días contados, cuyos ciudadanos sobre el papel, súbditos en la práctica, padecen todos los complejos contemplados en cualquier tratado de psicología, salvo el de hacer el ridículo ovejuno ante los vigilantes y escudriñadores ojos de los países serios que nos rodean y a los que tanto nos queremos parecer, pero sólo en aquello que le interesa al triunvirato anteriormente citado.
Así, cuando esta gentuza trata de convencer a la plebe sobre algún asunto que se traigan entre manos, acuden rápidamente a la comparativa con la Europa puturrú de fua, muy avanzada ella. Sin embargo, en todos los países europeos se contempla la cadena perpetua, el salario base del trabajador es, mínimo, el doble que en Ex-paña, los sistemas educativos son bastante mejores que el que padecemos nosotros, no se permiten actos conmemorativos y de ninguna clase a terroristas, etc., etc.
Ya digo, siendo Ex-paña europea desde antes de Atapuerca, los golfos que representan a los ex-pañoles, bajo el eufemismo de clase política, sólo buscan el ejemplo en Europa de lo que a ellos les interesa que, puntualmente, traguen sus pastueños 'representados'.
Como dijo Orson Wells, que sí que fue un intelectual y no como el tragaldabas de Ramoncín y sus secuaces: "Los más encarnizados enemigos de España no se hallan fuera de sus fronteras, sino dentro de ellas".
Por cierto, Maquiavelo, este singular personaje del Renacimiento, del que todo el mundo habla, pero del que pocos se han leído un sólo renglón de ninguna de sus obras, llamaba a la violencia defensiva, violencia reparadora. Y aseguraba que era legítima.
Totalmente de acuerdo.
Y es que los ex-pañoles se han acostumbrado a la muerte, pero sólo a la de la gente decente. Si un guardia civil muere asesinado, esta caterva ovejuna que cohabita en Ex-paña gracias a aquellos antepasados que en nada se parecían a ellos, se escandaliza o finge escandalizarse según convenga. Pero si un asesino es abatido por la policía o, simplemente, se le produce una fisura en una costilla durante el forcejeo con la Guardia Civil en el momento de su detención, se escandaliza mucho, muchísimo más.
Mejor dicho, les ha acostumbrado a ello ese triunvirato diabólico cuya marca es la abyección y la perfidia, formado por la casta política, sus mamporreros genuflexos de los medios de manipulación, que no de comunicación, y buena parte de la clase docente indecente, más dedicada al apostolado en el aula pública de su ideología particular, que de cumplir la sacra labor de transmitir conocimiento a los párvulos, púberes y bachilleres de Ex-paña.
Si tan en contra estáis de la violencia, borregos, ¿por qué lleváis 34 años consintiéndola?
No es la violencia defensiva o reparadora la que engendra violencia.
Es la violencia ofensiva la que hace despertar a la violencia defensiva (menos en Ex-paña, claro).
Por último, cabe destacar que los súbditos del Reino casi extinto de Ex-paña son los más anti-violencia del mundo, pero, paradójicamente, es el país europeo en el que se cometen más asesinatos, violaciones y muertes de mujeres en manos de sus parejas masculinas; estamos a la cabeza de casos de pederastia, de consumo de drogas, de embarazos de adolescentes, de fracaso escolar, de casos de cirrosis por ingesta de alcohol en menores de 25 años, de genocidio abortista, de divorcios... Ya hasta pandillas de púberes con 12 o 14 años se dedican a violar niñas de su edad.
Y los ex-pañoles tan contentos, oye. Incluso se atreven a criticar a otros países de nuestro entorno, que nos mean absolutamente en todo. Pueblo rebañil, inculto, ágrafo y lanar.
España: del Imperio a Chikilicuatre.
Fran.
Texto extraido de un colega del facebook